Las primeras Papillas
Recuerdo el día que el pediatra de mi hijo me dio el visto bueno para empezar a darle papillas a mi hijo, fue cuando tenía cuatro meses. Estaba súper contenta porque sabía que al complementar la alimentación a mi bebé, todo iba a ser mucho más sencillo. Sabía que mi bebé iba a estar satisfecho por más tiempo entre comidas y yo a su vez iba a tener un alivio con la lactancia, ¡Y si!, se puede convertir en un dilema a su vez, pero al saber que dentro de poco mi bebé iba a desprenderse poco a poco de mi era como ver la luz de nuevo. ¡Solo imagínate con dos! ¡Que trabajo la lactancia! ¡De tiempo completo!. Claro que esta transición vino con algunos cargos de conciencia, que bueno, como toda madre, logramos superar porque, también tenemos una vida, sobre todo si tenemos que trabajar y ocuparnos de otras actividades.
Es importante recalcar, que esta transición viene con algunas pautas muy importantes que se necesitan seguir cuidadosamente para asegurarnos de que nuestro bebé esté saludable y evitar ocasionar algún desajuste de salud ya que como aún están en pleno desarrollo hay que tener cuidado para evitar alterar el ritmo de maduración digestiva y renal del bebé. Algo primordial tener en cuenta es que las papillas son un complemento y por ningún motivo se debe descontinuar su consumo de leche.
A los cuatro meses, comencé primero dándole papillas de cereal sin gluten, de preferencia de arroz o quinua (o la recomendada por el pediatra de tu bebé) para evitar sensibilizaciones e intolerancias de esta proteína que se encuentra en el trigo, centeno y la cebada y que actualmente le ocasiona mucha irritación, intolerancia y hasta alergias a millones de personas presentándose de diversas maneras; dolores de estómago, inflamación intestinal, dolores de cabeza, hinchazón, entre otros síntomas. Los cereales constituyen una fuente de energía para el bebé y adicionalmente proporcionan proteína, minerales, vitaminas, hidratos de carbono que ayudan a mantener a tu bebé satisfecho por un periodo más largo de tiempo entre comidas. Una vez que concluyas con las papillas de cereal puedes empezar con las de frutas, como por ejemplo, manzana, pera, plátano para ir educando el paladar y gusto de tu bebé. Las frutas son una fuente vitamínica con antioxidantes, fibra y minerales.
Por otro lado, una regla a seguir es que cuando introduces un alimento nuevo a la alimentación de tu bebé, es importante darle ese alimento por un periodo de tres días consecutivos antes de introducir algún alimento nuevo para ver si existe alguna reacción. Si le das un día papilla de arroz, al día siguiente una papilla de manzana y al tercer día ves que tu bebé tiene una reacción, será un poco más difícil determinar que la ocasionó, si la papilla de arroz o la de manzana. Este procedimiento se debe seguir rigurosamente con cada alimento nuevo que introduces a la dieta de tu bebé e individualmente, ósea sin mezclarlo con otros alimentos. Una vez que ya hayas descartado reacciones, es momento de mezclar, las frutas con frutas o papillas con frutas y esto es a partir del sexto mes.
A partir de los seis meses que es cuando el sistema digestivo de tu bebé ya esta más desarrollado y fuerte, es momento de empezar a introducir las papillas saladas como de zanahoria, papa, calabacín. Al igual que los cereales y las frutas, es recomendable una a la vez. También puedes empezar a darle proteína animal. Para saber que cantidad darle, calcula que el pedazo sea del tamaño de la palma de la mano de tu bebé.
Así como los alimentos de los adultos, para que sea más fácil darle de comer a nuestros bebés, hay que pensar en la consistencia, textura, sabor y temperatura.
Les comparto una receta súper sencilla, “on the go” para que tengan una idea adicional a la hora de preparar las papillas a tu bebé, ¡hasta la próxima!:
Papilla de Plátano
1 plátano bien maduro
leche materna o fórmula
Cortas el plátano en rodajas y con un tenedor lo machucas bien. Agregas un poco de leche y remueves hasta formar una mezcla homogénea. Si queda demasiado espeso o pegajoso, puedes agregar un poco más de leche.
Disclaimer*
*Este articulo es basado en experiencia personal y por recomendaciones del pediatra de mi hijo. Consulta SIEMPRE con el pediatra de tu bebé si tienes alguna duda en referente a la salud y alimentación de tu bebé.
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