La fortuna de ser su Mamá
Cuzco, una tarde hermosa con el cielo más celeste del mundo, una adivina Cuzqueña me dijo: “qué lindo aura niña, estás rodeada de mucha felicidad, gracias por transmitirme esas energías, gracias por cruzarte en mi camino… pronto serás madre de un varón y será sorpresa…” regresé a Lima llena de energías, no presentí que está adivina estaba recibiendo esas energías que ustedes estaban trayendo a mi vida, un mes después de este mensaje inesperado, me dieron la noticia más hermosa, e impresionante de mi vida, ustedes estaban dentro mío.
Su mamá estaba preparada para tantas cosas en esta vida, que pensó serían muy complicadas, pero nunca me había preparado para ser mamá, tenía tanto miedo, y a la vez me sentía tan dichosa, Diosito puso en mi DOS amores, dos pataditas, dos miradas tan hermosas, dos sonrisas que me llenaron de felicidad, la adivina no se equivocaba, ustedes llenaron mi cuerpo y vida de amor.
Casi 8 meses fuimos tres, en esos meses nos dijeron de todo, que duerma bien por qué luego no lo haría, que pobre de mí con dos hombrecitos, que ahora sí había llegado lo bueno, que mi casa cambiaría, algunos creían que eran “artificiales” ja, ja, no podían creer que yo era una mamá por dos, los primeros meses, tenía tanto miedo de perderlos, que no dijimos nada, mientras ustedes seguían creciendo bien agarraditos de mamá, entonces ahí ya nadie nos separaría.
Por ocho meses mientras crecían, decidimos alejarnos de comentarios repetidos alrededor, así que sólo intentábamos escucharnos a nosotros, así estuvimos más tranquilos, más seguros, más felices, bailábamos juntos en la ducha, en la cama, ay mis amores, los últimos meses no podíamos dormir, ¿recuerdan? sus patadas eran tan deliciosas que me ilusionaban cada vez más el tenerlos conmigo, soñaba con sus rostros, con sus manitos, con su voz, con sus miradas, estábamos tan felices por conocernos que ustedes ya querían salir a nuestro encuentro.
Marcelo, tu ya estabas acomodado para salir desde los 7 meses y mamá cada vez más sentía que ya se iban a salir, 10 días estuvimos en la clínica para esperarlos, nuestra cita estaba súper programada, mis sentimientos eran inexplicables, sólo quería que ustedes estén sanos, fuertes, que todo salga bien de esa operación, mamá se moría de miedo, rezamos y lloramos con su abuelita de la emoción antes de entrar a quirófano, mamá ya estaba listísima, en ese momento me sentí tan feliz y en paz, mientras acomodaban y ponían la epidural, mamá, sólo sentía felicidad, desbordaba de amor, de tantas energías positivas por su llegada, todo el tiempo quise estar despierta para recibirlos, aunque no sabía si me iba a dormir o no, mis ansias fueron más fuertes que estuve despierta todo el rato.
Mi amor Marcelo, nuestra primera mirada fué tan profunda, tus grandes ojos, se abrieron para mirarme profundamente, tan fuerte, tan amoroso, en ese momento no podía dejar de decirte mi amor, acá está mamá, te amo… te llevaron inmediatamente, Leonardo ya estaba por llegar. Una vez te alejaron rompiste en llanto junto conmigo.
Mientras tanto mi segundo regalo, mi amor Leonardo saliste llorando fuerte, estabas tan abrigadito adentro, parecía que querías seguir con mamá, te sentía tan indefenso, llegaste a mirarme llorando, al igual que Marcelo, abriste los ojos inmensos para mirar a mamá, en ese momento te dije: mi amor aquí está mamá no llores, mi vida, y te calmaste, tu mirada, esa primera tierna mirada me lleno por completo de amor.
Fueron pocos segundos que se convirtieron en momentos eternos, no podía dejar de preguntar a los doctores si todo estaba bien con ustedes, si estaban sanos, si podían respirar bien.
Ese día fue el momento más impresionante de nuestras vidas, nunca me imaginé que podía existir tanto amor y que podía ser tan feliz en un solo momento, no quería separarme de ustedes nunca mas.
Los meses siguieron y si que aprendí a ser mamá, aprendí todo con ustedes, nunca me había costado aprender tanto, si mis amores, no es fácil, sobre todo los primeros meses, mamá tuvo una semana de post parto, y meses de aprendizaje continuos, bueno aún continuamos, ja, ja,ja… pero ya siento que pase 3 ciclos de maestría en maternidad, nadie dijo que sería fácil y mas para esta su madre que no estaba preparada, pero tuvimos a papá que ayudo a mamá a vencer sus miedos, que se involucro tanto pero tanto, que todo fue mas hermoso.
Nunca voy a olvidar todas esas noches empollando, dormimos pegaditos los 4, no salieron del cuarto por mes y medio, compramos un calefactor y vivimos en nuestro nidito de amor, cada suspiro y movimiento nos podían mantener despiertos, preguntábamos tantas cosas al pediatra, tantas cosas absurdas pero no nos interesaba si eran absurdas, no tardo en pasar los meses cuando les dio su primera enfermedad y nosotros sufrimos por ustedes.
Los meses pasaban y les encantaba escuchar a mamá cantando, aprendí todas las canciones de Miss Rosi para ustedes, eran fan desde tan pequeños, pronto aprendían a decirme mamá, fue su primera palabra, me sentía tan afortunada, la adivina no se equivocaba, mientras aprendían a dar carcajadas, empezaban a gatear, voltearse, su desarrollo era tan rápido, de pronto ya llegaba su primer cumpleaños, sus primeros pasos, sus juegos cómplices, su amistad fraterna, su primera vez en la playa, su primer viaje.
Hoy no puedo dejar de contarles historias, cuentos clásicos, modernos o inventados por mamá, cantarles canciones, enseñarles a modelar su ropa nueva, y sobre todo a bailar, cada vez que ven a mamá con una ropa que les gusta, me dicen moviendo sus caderas: cha, cha, cha, cha, y es que mamá se puso a bailarles esa canción y ustedes se revolcaban de risa e imitaban a mamá… o cuando vimos Mary Poppins por primera vez, no podíamos dejar de cantar y bailar con ella.
Ya saben jugar fútbol, volar la cometa(bueno correr tras la cometa mientras que papá la vuela), llegar a la playa y correr hacia el mar sin miedo, me recuerdan tanto a mi, estamos tan conectados a la playa que podrían quedarse horas jugando en la arena, ahora estamos aprendiendo gimnasia, mamá les enseño a hacer aspa de molino, sus carcajadas cada vez que hago eso, son incomparables y más cuando quieren imitar el aspa de molino de mamá, levantando los brazos, girando sus cabecitas y saltando…
Sus sonrisas, abrazos y besos son el más preciado regalo que me pudo dar la vida, todo se soluciona cuando estoy con ustedes, y es que todo lo que ustedes tocan brilla. ¡Wow! Podría escribir un testamento de todo este tiempo, son todos estos momentos en los que me han regalado tanta felicidad, que me doy vuelta y recuerdo alguno de esos comentarios como, “tu vida cambiará tanto que ya nunca será como antes” ¡SI! Mis amores es cierto, pero saben que, ¡no la cambiaría por nada del mundo!.
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