¿Cómo mamá sobrevive en un mundo de hombres?
Hace varios días atrás vengo experimentando un mundo increíblemente MASCULINO. Desde mi perspectiva de mamá nueva en este mundo, me he quedado muy sorprendida, moreteada, puñeteada, pateada y etc. Y es que estoy aprendiendo a sobrevivir en un mundo donde los golpes fuertes, no es una causa de llanto, si no de risas y ¿qué creen? MAS GOLPES… mientras que yo me asustaba por lo que sucedía a mi alrededor, mis mellizos se divierten a carcajada tendida jugando bruscamente… ¿esto es normal? me preguntaba en voz baja… mientras por primera vez, veía en mi mente como mis muñecas favoritas (Barbies), Ponys, y cositas de colores, se alejaban de mí y se iban guardando en el baúl de los recuerdos…
Siempre pensé que tendría una hija mujer, tengo en mi armario, un maletín de la Barbie, con un par de muñecas, dos ponys, un hermoso mini closet de esas Barbies con ropa increíble noventera, que guardé de recuerdo y por qué en algún momento pensé compartirlo con mi hija… hoy ese maletín seguirá guardado, creo que si saco a mis Barbies de ahí, será para que mis hijos las atropellen con sus camiones y carritos.
Tengo que ser franca, se siente como estar en una jungla, siento que me vuelvo más ruda(en el sentido figurativo), no me molesta para nada, pero si me siento en desventaja… ¿Por qué? ¡Porque a mamá si le duelen esos juegos! ja, ja, ja… tirarte al piso que te hagan caballito, caminar encima tuyo, darse lapos y reírse, para ellos eso es amor… llega un momento que realmente se golpean fuerte y los separamos… ¡nadie me explicó que esto era así!
Aprendí el significado de Cachascan por mis hijos, se suben uno encima del otro para abrazarse y hacer «tipo caballito», mientras que corro asustada, pues me imagino a uno de ellos adolorido, los dos no paran de reírse, ¡Y LES ENCANTA! les encanta estar en contacto RUDO… ¡ouch!
Todo esto se hace más evidente cuando de comprar juguetes se trata, la zona que más me encantaba ir a mirar, era la zona de las Barbies, hoy en mi pensamiento se queda el: ¡Qué linda esa Barbie, ese auto de la Barbie, la mascota, el ropero, la ropa! Ya me resigné y aprendí a buscar juguetes divertidos y didácticos para mis mellizos que también me encantan, como los famosos LEGOS o circuitos para los carritos.
Si me preguntan, ¿Vas a buscar la mujercita? Cada vez que escucho esas palabras se me hace chiquito el estómago y unas mariposas empiezan a volar en mi corazón, pero… (¿Por qué a veces hay peros?) sabemos que aún no es el momento, tenemos a dos pequeños disfrutando al máximo, además como buena mamá mellicera que soy, ya nos advirtió mi ginecólogo que las probabilidades que me vuelvan a salir DOS o más de dos es ALTA.
Hoy soy la más débil de mi jungla… pero cada vez estoy entrenando más para que los golpes no duelan tanto, jaaaa (me siento en un campo de batalla) la verdad, es que el juego rudo de mis hijos me encanta por el simple hecho que son hermanos que comparten todo desde que llegaron al mundo, se aman, son felices, tienen una conexión única, así como en todos los momentos que se hablan en su idioma para jugar a las escondidas, a las chapadas, con esas miradas cómplices se agarran de la mano para demostrar amor, ese amor del puro y fraterno. Amor del cual me enamoro cada día más.
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