Crónica de una partida - Cartas para dejar huella 10
#CartasParaDejarHuella 10
Viernes 9 de marzo, esa sonrisa brillante, tan hermosa y llena de amor, en esos días mamá estaba más engreída que nunca, no te vayas me decía, (antes de salir a una reunión de trabajo…) agarraba mis manos y me decía: tú eres mi ángel, te quiero mucho hijita y me miraba con esa sonrisa encantadora y soñadora…
Mis idas y venidas entre Lima y Pucallpa me preocupaban, pensar no estar con mamá en sus momentos más difíciles me ponía mal, de pensar no estar con ella en los momentos donde más me necesitaría, me daba escalofríos y me hacía llorar. Pero nuestro destino estaba escrito para estar juntas siempre como lo prometimos.
Este año en especial mamá estaba más debilitada. El cáncer, una enfermedad tan dolorosa, que ahora recuerdo todo lo vivido como en una película, se llevó a mi mamá. Este año su cuerpito no aguantaba más, ese viernes 9 de marzo como nunca antes me pidió comer algo especial, ella ya no tenía hambre, el apetito se agota con el cáncer, Hijita quiero un sanguche de san Antonio. ¡Voy volando mamá! Le dije. Esa semana tuvimos nuestras últimas comidas engreidoras, le pude dar su último baño como a ella tanto le gustaba, le eche sus cremas especiales, le hice masajes, su perfume favorito y así la hacía sentir un poquito mejor dentro de todo lo que pasaba.
Durante esos días me vi con una gran amiga que me trajo la maternidad, Luz, de La ventanita de Luz… le confesé mis sentimientos, – yo me sentía explotar de tristeza, sentía que no podía aguantar más – Luz ya había pasado por lo mismo que yo, ella también perdió a su mamá por el cáncer, ambas lloramos mientras me contaba como fueron los últimos días de su mami, en ese momento Luz, sin querer, me preparaba para lo que me sucedería. Llorando le dije: no quiero verla sufrir Luz, me rehuso a eso, ¿cuánto tiempo puede seguir sufriendo?. Tienes que ser fuerte Yaz, me dijo Luz llorando, es muy duro, pero estoy segura que podrás con todo lo que se viene, porque ya lo has hecho, tu eres su ángel.
Un ángel de hierro
Todo este tiempo me di cuenta que mi cerebro y emociones se llenaron de esperanza, felicidad y amor como ella me lo pedía, todo este tiempo batallamos contra el cáncer con la mejor cara, el cáncer nos arrojaba al piso como un trapo sucio, barriendo y trapeando con nuestras emociones, y nosotras nos levantábamos inmediatamente, para recordar lo afortunadas que éramos de juntas aún, el cáncer no había logrado quitarnos la sonrisa de la cara y la esperanza que sentíamos.
Me volví un ángel para mamá, un ángel de hierro porque yo misma me quedo impresionada de lo fuerte que pude ser emocionalmente, sin embargo las últimas semanas a su partida, sentía que ya no podía más, mis emociones se vencían, ya no podía estar como antes y creo que mamá también. El cáncer estaba ganándonos y ambas física(mamá) y emocionalmente(yo) nos perdíamos en dolor y tristeza…
No lloren por mi, estoy preparada para partir
Mayo del 2014, desde que mamá se enteró acerca del estado tan avanzado de su cáncer, al cual los médicos lo llaman: “terminal”, nos demostró una fortaleza inquebrantable a todos, “No lloren por mi, estoy bien, vamos a luchar hasta quemar el último cartucho y si Dios decide llevarme, pues me voy, yo ya estoy preparada” nos decía con esa hermosa sonrisa que me llevaba al cielo.
Me parecía increíble como una mujer que le acababan de decir: pronto te vas a morir, lo lamentamos mucho pero no podemos hacer más, sacaba tanta energía y vitalidad de su ser, animaba a todos los que la rodeamos y les decía, aquí estoy VIVA, voy a luchar, ¡Vamos! no te pongas triste… vamos a disfrutar que estoy aquí, que HOY sigo VIVA, decía mamá.
Esa energía me contagió y gracias a esa energía pudimos disfrutarnos estos últimos años, celebramos su cumpleaños en un karaoke familiar inolvidable, celebramos la fiesta la para la vida, celebramos todas las navidades como nunca, disfrutamos cada día como si fuera el último, volamos hasta el paraíso en la selva en muchas oportunidades, y hasta unas semanas antes de su partida la pude llevar en su silla de ruedas al parque de las aguas con Marce, Leo y mi papá, nos mojamos, corrimos como niños y no paramos de disfrutar pese a todo…
Vive HOY, Ama HOY, Ríe HOY, No esperes hasta mañana.
Gracias por leernos <3
Lee aquí nuestras #CartasParaDejarHuella las cartas en honor a mamá, para que Marce y Leo nunca olviden la gran abuela que tuvieron. #TuAmorTrasciende #Mamá
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