¡Mamá está HARTA!
Hoy ha sido uno de esos días en los que quiero solamente que la tierra me trague y me escupa en alguna playa de la costa brava de Europa y sin hijos. hoy día me han sacado de mis casillas como nunca antes, que siempre he sido paciente y tolerante para ellos. Siento que esa paciencia hoy se agotó, ¡se agotó! (lo estoy gritando con furia). Siento que ellos no entienden con paciencia, siento que ellos no entienden cuando les hablo bien. Recuerdo a mis papás, ellos no fueron tan pacientes conmigo, como yo lo soy con ellos, en casa de mis padres siempre han habido reglas y han sido muy estrictos al criarme.
Algunas veces me ha caído mi coscorrón o jalón de orejas por portarme mal, hoy día me sacaron de quicio como todos los días cuando salimos
del nido. Pero hoy no me aguante, hoy no me aguante y grité, porque mamá está HARTA, que no entienden con palabras y conversando acerca de comportamientos inadecuados, como el hacer berrinches por el bendito heladero o chocolatero que todos los días se para en la puerta del nido, no hay ningún día que no deje de pararse ahí y no hay ningún día que ellos dejen de hacer berrinche por un helado o chocolate.
¿Paciencia dónde estás?
Hoy día colmaron mi paciencia hasta lo más profundo de mi ser, al mostrar su rechazo y berrinche por no comprarles un helado y uno de mis mellizos, pensó, que la mejor forma de llamar mi atención y mostrar su rechazo era, orinarse en el asiento de la camioneta, específicamente en el asiento del piloto, donde yo tenía que sentarme para regresar a casa. Así que pese a mi limpiada, el asiento ya había absorbido la pichi olorienta de un niño de 3 años y la ropa que tenía puesta al sentarme para manejar también.
Hoy les grité por primera vez como nunca antes lo había hecho. Hoy descubrieron que mamá no es tan tonta como lo imaginaron y que mamá también puede ser estricta cuando se necesite para que ellos se porten bien. Hoy les dije que estaba HARTA de sus berrinches, que mamá se CANSÓ, ni bien escucharon a mamá se quedaron callados, creo que este punto final en sus berrinches me funcionó, pero no quiero que todos los benditos días sean así, no quiero ser una «mamá comandante», pero tampoco puedo permitir me falten el respeto por conseguir sus objetivos (helados y chocolates).
Esta vez necesito de sus consejos, ¿ustedes también se han hartado? no soy perfecta y sabía que este día iba a llegar tarde o temprano y aunque me siento mal porque a nadie le gusta gritar, siento que ellos han entendido que hay un límite para todo. Ya les contaré si mañana no me vuelven a hacer el mismo berrinche de todos los días, si es que funcionó este ALTO de mamá o no.
¡Gracias por leerme!
Hola Yazmin, ¡Mamá también se puede hartar! en definitiva tenemos muchas cosas que tolerar, pero el vaso se llena. Hoy tus palabras llegan a mi en un momento de cansancio, de querer salir corriendo… gracias por tus palabras, no eres la única.
Lady! Me alegra que mis palabras te ayuden! No estás sola!!! A varias nos pasa