Padres respetuosos de la infancia
Los padres se desconectan de la cotidianidad de sus hijos pero tratan de criarlos siguiendo consejos o clisés sacados de algún programa de radio. Desperdician el valor de estar conectados para conocer mejor a sus hijos y encontrar con ellos las respuestas a qué hacer juntos. La investigadora española Catherine L’Ecuyer (Educar en el asombro) considera que el exceso de exposición a contenidos de multimedias digitales reduce la capacidad de asombro de los niños ante el entorno.

Se trabaja en educación con muchos mitos de la neurociencia como “mientras antes, mejor” pese a las evidencias en contrario de los países nórdicos. La obsesión de los padres por que sus hijos sean competitivos y productivos es contraproducente. Para que sean emprendedores e innovadores hay que fomentar su asombro, que naveguen por lo incierto y busquen nuevos retos. Pero la sobre-estimulación desde fuera por jugar frente a pantallas de video es contraproducente porque reduce el juego y las motivaciones que emergen desde dentro, convirtiéndose en seres pasivos y adictos a contenidos externos.
Algunos estudios hablan de que el uso constante de televisión o video en niños menores de 3 años aumenta la probabilidad de padecer de desórdenes de atención, y que el entrenamiento prematuro con DVDs para aprender inglés termina disminuyendo el vocabulario de los niños.
Es difícil retroceder en hogares en los que ya se instaló una cierta cultura digital prematura y tolerar las pataletas que produce el cambio, pero nunca es tarde para explicar a los niños el sentido de los cambios y ofrecerles opciones alternativas.
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