Un post colorido con final feliz :)
Esta es una historia triste, pero que termina con un final feliz. 🙂 El fin de semana pasado, una muy buena amiga nuestra, Daniela del blog Mommys Here paso por un episodio incomodo, al asistir a una de las tiendas de Faber Castell, ubicada en Open Plaza Angamos y aquí me lo cuenta resumido:
El sábado 6 de junio visitamos por primera vez la tienda Faber Castell del C.C Open Plaza Angamos. Estuvimos viendo los productos, mientras mi hija Brianna de 1 año y 10 meses se sentó en las mesitas junto a su prima. Estaban muy emocionadas al ver las crayolas, así que mi pequeña cogió una revista que estaba encima de la mesa para pintar (no habían hojas, sólo una revista en cada mesa). Estuvo pintando mientras nos decidíamos qué comprar, hasta que el encargado de la tienda se le acercó a la bebé, y de una forma nada amigable, cogió la revista y le dijo: «No, eso no se pinta» a lo cual mi hija le respondió en su media lengua: «No, pintar pintar». Mi esposo le dijo a mi hija que deje la revista, y el muchacho terminó por llevarse la revista detrás del mostrador. No nos dijo nada más. En ningún momento se dirigió a nosotros, no nos dio otra salida. Decidimos dejar los productos que habíamos separado y le dije muy ofuscada: «¿Porque tienen sillas y crayolas si no van a poder pintar?», a lo cual no respondió nada. Fue una muy mala experiencia, más aún cuando yo desde niña le he tenido un cariño a esta marca que me acompañó por años como mi favorita.
Ella público en sus redes esta situación, lo cual, para variar, saltaron las “madres perfectas” y la criticaron tanto, pero tanto, que ella retiro esta denuncia de sus redes. Estas madres la criticaban por no estar al tanto de su hija, que era una descuidada y etc. La situación se tornó fúnebre, y tras conocer lo sucedido le pedí a Daniela me explicará mejor la situación. Lo claro en este tema, más allá de todo lo que suscitó, es que hubo un maltrato en la tienda por parte de un vendedor de la marca, así que me comuniqué con Faber Castell para recibir su descargo tras este episodio.
Así fue que nos comunicamos con las personas encargadas para manifestar la denuncia, lo que le sucedió a Daniela, podría haberle pasado a cualquiera de nosotras. Hasta ese momento Daniela no había recibido disculpas de la empresa ni nada. Ellos al leer mi correo se comunicaron conmigo de inmediato, muy preocupados, indicándome que no sabían nada del tema y me explicaron como capacitan a su personal los llaman “embajadores de marca” y que se esmeran mucho porque sus clientes vivan realmente la experiencia Faber Castell en sus tiendas, como una experiencia feliz, me indicaron se comunicarían con Daniela para las disculpas del caso.
¡Y así sucedió! Al día siguiente llamaron personalmente a Daniela, para pedir las disculpas del caso, se notaba la preocupación por parte de ellos (Faber). Los hechos ya sucedieron, pueden leer el post de Daniela donde expresa su tristeza aquí. Todos podemos equivocarnos, errar es humano, es tan valioso reconocer nuestros errores y tener la valentía de pedir disculpas, como lo hizo la marca.
Me alegra contarles esta historia que tuvo un final feliz, la marca se preocupó por el caso, por dar un buen servicio, mejorar y pidieron las disculpas del caso a la afectada y Dani hoy ya está más tranquila con este tema, ¡caso cerrado!. ¡Carita feliz para todos! 🙂
Consejos como consumidores: si algo nos pasa en un establecimiento, siempre pidan el libro de reclamaciones, para así poder escribir la denuncia, de esta forma la formalizamos y le damos la oportunidad a la marca, empresa, etc. a disculparse con nosotros.
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